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Cuando se habla de jamón ibérico, te viene a la cabeza la icónica imagen de la pata curada, con sus finas lonchas veteadas, de un rojo intenso, un olor embriagador y un sabor increíble, reconocible en cualquier parte del mundo.
Las combinaciones para acompañar a nuestros queridos ibéricos son muchas, ya lo hemos podido ver en otros post de este blog, pero hoy os traemos a su compañero por excelencia, el pan.
La bellota, símbolo de vida y crecimiento, y el cerdo, animal que nos ha acompañado desde hace muchos años, forman una pareja, a día de hoy, inseparable.
Si te gustan los ibéricos, está claro que el chorizo y el salchichón son dos de los productos que más gustan, pero siempre hay predilección por uno de ellos, ¿prefieres el salchichón ibérico?
Tienes la materia prima, que se ha estado alimentando durante toda la montanera de los mejores frutos de la naturaleza, ahora queda un buen proceso de curación, y todo comienza con la sal.
Para todos los amantes de los ibéricos, ya sean el jamón, los embutidos o el queso, la mejor opción para acompañarlo siempre suele ser un poco de pan. Aunque la mejor compañía, que realza sus sabores y detalles han sido los buenos vinos. Por eso vamos a repasar qué tipos de vinos encajan perfectamente con los ibéricos para realizar el mejor maridaje.
Uno de los productos más exportados desde nuestro país y reconocido en todos los países es nuestro querido jamón ibérico. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es el origen de la palabra jamón?
El jamón es un producto milenario que se viene consumiendo desde hace ya mucho tiempo, que tengamos registros, desde la época romana. El hecho de tener tanta historia también conlleva que se generen mucho mitos y curiosidades del jamón.
En toda gran celebración que se precie, siempre está presente un buen plato de jamón, pero no emplatado de cualquier manera, no, existen fórmulas para hacerlo aún más apetecible, si cabe. Por eso os traemos unos consejos sobre cómo emplatar correctamente el jamón.
Con la llegada de la Navidad, lega la época de las cestas con las que las empresas gratifican a sus empleados. Y dentro de estas cestas, no puede faltar el rey, el jamón ibérico.
Cuando partimos un jamón después de retirar las primeras capas de la corteza y de grasa, llegamos hasta la ansiada parte de la carne. Y después de varios cortes, nos damos cuenta de que aparecen unos puntos blancos en el jamón.
Desde mediados de este mes hasta principios de diciembre, en todos los pueblos de España se celebraba la tradicional matanza del cerdo.