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El jamón ibérico en el mundo
El jamón ibérico en el mundo
Cuando se habla de jamón ibérico, te viene a la cabeza la icónica imagen de la pata curada, con sus finas lonchas veteadas, de un rojo intenso, un olor embriagador y un sabor increíble, reconocible en cualquier parte del mundo.
Por supuesto esa imagen hace referencia al gran jamón que se realiza en nuestro país y que se ha mostrado como una imagen de nuestra exquisita gastronomía.
Con varias denominaciones de origen, los productores en nuestro país nos dedicamos a llevar el delicioso producto a tu mesa para que puedas disfrutar de él.
Y es que no hay ningún producto similar en el mundo que puedan igualar su sabor. Hay imitaciones o variaciones con procesos similares de curación y con la misma materia prima, pero el resultado final no tiene absolutamente nada que ver con el sabor de nuestro jamón ibérico.
Diferencias con el resto de países
Como te comentamos, en otros países, ya sea de Europa, América latina, incluso se está comenzando a producir países como Estado Unidos, pero no nos vamos a engañar, como el jamón ibérico que se produce en nuestro país no hay nada comparable.
Incluso en países tan remotos y con una cultura tan diferente, como China o Japón, alaban la calidad del producto, y por supuesto, intentan replicarlo, sin mucho éxito.
Obviamente, las tradiciones, las materias primas, el entorno o la climatología juegan un papel fundamental a la hora de la curación de esta parte del cerdo y que le dan su sabor y características organolépticas que no pueden ser imitadas.
Un clima mediterráneo como el que tenemos en nuestro país, la tradición que existe sobre la cultura del cerdo, los cerdos ibéricos, únicos en nuestro territorio o la alimentación a base de bellotas, hacen que el producto final sea envidiado en todo el mundo.
Y esto lleva a que somos el país con un mayor número de denominaciones de origen con referencia a este tipo de industria. Unas denominaciones de origen que son reconocidas en todo el mundo, y que son ampliamente demandadas.
El jamón en países fuera de Europa
Como ya te hemos comentado, países que no se encuentran en nuestro entorno, con los que hoy en día, con la globalización y gracias la exportación, han conseguido acceder a un producto que, en muchos lugares, además del nuestro, se convierta en exquisito.
Aunque culturalmente algunos países consideren un jamón ibérico curado algo que, en un principio, puede ser rechazado, una vez que se saltan esos prejuicios, prácticamente todo el mundo reconoce el valor de su sabor y calidad.
Esto ocurre en países asiáticos, donde las diferencias culturales son mucho mayores respecto a otros países, que tienen más en común parte de su historia, y por lo tanto, también comparten ciertos hábitos o materias primas para alimentarse.
A pesar de esas diferencias, países como Japón o China, cada vez solicitan más la exportación de este producto, reconocido por su calidad, sabor y cualidades.
Japón se ha convertido en uno de los países, que a pesar de tener unos controles de calidad más exigentes, ha comenzado a demandar cada vez más este producto. Si a esto le sumamos que siempre han sido unos grandes amantes de nuestra cultura, no es de extrañar.
Incluso los chinos, han intentado replicar de muchas formas nuestro querido jamón ibérico, al que obviamente no han conseguido, ni siquiera, hacer un producto parecido.
Saltando el charco, nos encontramos con productos que pueden llegar a ser parecidos, como en Sudamérica, donde el cerdo es un animal con el que también han convivido. Además de compartir un pasado con nosotros.
Esto ha conllevado a multitud de recetas, platos y tradiciones con el cerdo como protagonista, pero en ningún caso, tienen un producto que se parezca a nuestro amado jamón ibérico.
Incluso en países como EEUU cada vez aprecian más el sabor de lo nuestro, y aunque a día de hoy permiten la exportación de nuestro jamón ibérico, aún no se permite que se exporte la pata tal y como la consumimos en nuestro país.
A ellos le llegan los productos envasados al vacío, obvio por el viaje que deben recorrer, como es el jamón ibérico ya loncheado en sobres al vacío, o el propio jamón ibérico ya deshuesado.
Incluso han llegado a intentar reproducir nuestro producto criando cerdos con maíz, en lugar de bellotas, ya que también tienen un alto contenido en aceites, pero obviamente, el sabor no tiene nada que ver, al no poder infiltrar ese ácido oleico que tiene nuestro producto estrella.
Y por mucho que quieran replicar las condiciones de curación, al no tener unos cerdos ibéricos, que genéticamente aprovechan mejor las cualidades de las dehesas que hay en nuestro país, los sabores nunca podrán ser los mismos.
El jamón en Europa
Por supuesto, este es el continente en el que más jamón ibérico se consume y obviamente, España, es el país que más consume, es normal, es uno de nuestros productos estrella y por lo que más se nos conoce, amén de otros alimentos.
Aunque las exportaciones hacia Europa siguen creciendo, muchos de los países de nuestro entorno tienen su propia versión del jamón ibérico, pero, aunque no tengan la misma calidad y sabor, son grandes productos y muy apreciados.
Nuestros vecinos portugueses, con los que compartimos territorio, clima e incluso la raza de los cerdos, tiene un producto muy parecido, destacando los jamones de cerdos alejentanos, propios de sus dehesas. Es quizás el jamón que más se puede parecer a nuestros queridos ibéricos.
Otro de los jamones que más podríamos destacar y que le hacen la competencia a nuestro jamón ibérico, es el jamón que se produce en Italia.
Con ellos compartimos un pasado desde hace mucho tiempo, desde la época romana, por lo que obviamente las tradiciones son muy parecidas, al igual que las culturas tal y como han ido evolucionando.
En Italia a este jamón se denomina prosciutto, y teniendo dos versiones, el crudo, que es el que más se puede parecer al nuestro, y el cocido, también denominado cotto, y que no tiene nada que ver con el nuestro.
Teniendo en cuenta que con el país transalpino compartimos el mismo clima y casi la misma vegetación, los productos podían parecerse más, pero el resultado en el caso italiano suele ser un jamón más dulce que los que se generan en nuestro país.
En Italia cuentan también con sus propias denominaciones de origen para sus mejores artículos, siendo también muy demandados en todo el mundo.
Junto a Italia, otro país que también tiene su propia denominación de origen en sus jamones, es la región francesa de Bayona.
Son productores de un jamón más basto, con cerdos de razas y variedades inglesas, no ibéricas, por lo que no van a tener las cualidades organolépticas que poseen las carnes de nuestros queridos cerdos.
Los cerdos de esta denominación de origen son alimentados con maíz y cereales, así como curados con un tipo específico de sal e incluso llegando a ahumar algunas piezas. Externamente son reconocibles, ya que, son tan recortados y estilizados como se suele hacer con los jamones ibéricos.
Y para terminar no queremos dejar de hablar de otro país europeo que también tienen una gran tradición jamonera. Estamos hablando de los jamones que se producen en Alemania, más concretamente, en la Selva Negra.
Al igual que ocurre con el jamón francés, son productos muy extendidos en el país de origen, pero no tan conocidos fuera de sus fronteras.
Este tipo de jamones tienen un carácter más ahumado, aunque también sigan los procesos claves a la hora de su curación. Esto hace que tenga un sabor más parecido al bacon que al propio jamón curado.
Y su después de conocer estos jamones fuera de nuestras fronteras te has quedado con ganas de hincarle el diente a nuestro querido jamón ibérico, y lo puedes adquirir aquí.
¿Has probado alguno de los que te hemos comentado?
