Para nosotros, como productores de ibéricos, la sal es un elemento fundamental para poder llevar a tu mesa los mejores productos en un estado óptimo, con todo el sabor de la tradición.
Y es que, como ya te hemos comentado antes, la sal se utiliza desde hace mucho tiempo para la conservación de los alimentos y el jamón no iba a ser menos.
Su uso se viene realizando desde la época del imperio romano en la que ya se recogía la forma de hacerlo.
Se mantenía la pata del cerdo aproximadamente 12 días enterrada en sal. Hoy en día esa cantidad es excesiva para los estándares actuales.
Teniendo en cuenta que los gustos van cambiando a lo largo de la historia, antes un gusto más salado por el jamón era lo normal.
Hoy en día, se busca que tenga la cantidad justa, para evitar estropear la experiencia al degustar un buen jamón.
Y todo comienza con la sal, al llegar las piezas, tanto de los cuartos traseros, como de las paletas, el primer paso, tras limpiar bien las piezas, será enterrarlas en sal. Antiguamente se hacían una a una.
La sal que se va a utilizar en este proceso, no es la sal de mesa que todos tenemos en casa, a no ser que seas un apasionado de las barbacoas, por lo que, seguro que en casa dispones de la denominada “sal gorda”.
La sal tendrá la función de secado de la pieza, es decir, se encargará de extraer toda la humedad y el agua de la pieza. De esta manera conseguiremos evitar la aparición de ácaros y otros tipos de bacterias.
El proceso se realizará en una sala específica, para mantener en condiciones constantes de humedad, alrededor de un 90-95% y temperatura, entre 1 y 3ºC. Esto va a permitir y menor uso de cantidad de sal.
Las formas de enterrar las piezas se pueden realizar de diferentes maneras, apilados unos encima de otros, en contenedores o en bombos con procesos mecánicos para voltearlos.
El más rápido será en bombos que ser encargarán de voltear las piezas en el momento requerido, ya que pasado un tiempo hay que realizar esta tarea para que todo el jamón tenga el contacto óptimo con la sal.
Y es que está sal además de retirar la humedad, se infiltrará en la carne, para darle ese toque salado, pero sin pasarse, que tanto nos gusta.
Tras decidir el maestro jamonero, cuando ha finalizado el tiempo de su estancia en el salado, pasará al secadero, la siguiente etapa en la curación del jamón. Durante su estancia en la zona de salado, los jamones habrán tenido una merma aproximada del 5%.
De esta manera el jamón seguirá con los siguientes procesos hasta llegar al producto final que tú puedes adquirir en nuestra tienda online, con todas las garantías de ser una pieza con el mejor sabor y calidad.