Loncheados ibéricos

¿Qué productos ibéricos loncheados hay?

Dentro de los productos loncheados ibéricos al vacío existen: jamón ibérico loncheado al vacío, paleta ibérica loncheada al vacío, los diferentes tipos de embutidos ibéricos loncheados (lomo, chorizo, salchichón, morcón y longaniza) y cecina ibérica loncheada.

¿Cuáles son las ventajas de los embutidos loncheados?

Ahorro de tiempo

Ahorro de tiempo. No tienes que perder tiempo cortando, o perder tiempo en la charcutería esperando a que lo corten.

Conservación del producto 

Conservación del producto. Al estar envasado al vacío, los productos loncheados tienen una larga vida útil, lo que los convierte en una opción conveniente para tener en la despensa. 

Precisión

Precisión: al ser cortados en finas lonchas, los ibéricos lonchados mantienen su sabor y textura original, lo que permite disfrutar de ellos con una precisión y calidad constante.

Variedad

Variedad: existen muchos tipos de loncheados ibéricos y vienen en diferentes cantidades, por lo que permite a los consumidores elegir entre una amplia variedad de opciones.

¿Cómo debes conservar los paquetes de loncheado ibérico?

Para garantizar la calidad y seguridad alimentaria, es importante conservar adecuadamente los paquetes de loncheado ibérico. Esto incluye almacenarlos en lugares frescos, secos y protegidos de la luz solar directa para evitar afectar su sabor y calidad. Es recomendable mantener los ibéricos lonchados en su envase original para preservar su aroma y sabor, y si el paquete está abierto, se sugiere cubrirlo con papel film para evitar la exposición al aire. Es importante consumir el producto en un plazo de 3 a 4 días, y si se planea consumirlo en un plazo más largo, se puede congelar y mantener en ese estado hasta 3 meses. 

¿Cómo consumir los sobres de loncheados?

Los sobres de loncheados son una buena opción para un snack o para acompañar una comida. Se recomienda sacarlos de la nevera 10-15 minutos antes de consumirlos para que alcancen la temperatura óptima. Se pueden servir directamente del sobre o en un plato y acompañar con pan, quesos, frutas o frutos secos. También se puede añadir aceite de oliva o vinagre balsámico para mejorar el sabor. Prueba esto con un sobre de jamón, ¡verás la diferencia!