El salchichón, como otros embutidos, tienen su origen en la prehistoria. Las antiguas civilizaciones buscaban la mejor forma de conservar la carne de los animales que cazaban, para que perdurara el mayor tiempo posible. El uso de las tripas de los animales fue el primer paso para asentar las primeras piezas embutidas. Con la llegada de la sal y la salazón para conservar carnes, se perfeccionó esta técnica, dando lugar a lo que hoy conocemos como embutidos.
En ese momento, no existían diferencias entre el salchichón, el chorizo o el salami, todo era carne embutida. No fue hasta la llegada de las especias cuando se comenzó a innovar y a crear diferentes variedades de carne embutida, dando lugar al origen de los embutidos como los conocemos en la actualidad.