Tenemos que partir de la base de que este producto que no es otra que el animal de donde proviene, el cerdo, una especie autóctona de nuestra península que cuenta con diferentes razas que aportan multitud de características. En España, es tan importante que disponemos de una cierta variedad de diferentes Denominaciones de Origen que nos terminan por asegurar un producto verificado y de calidad.
Para conseguir un sabroso jamón ibérico hay que comenzar por conocer el entorno en el que crece el cerdo, la dehesa, un ecosistema idílico que dibuja nuestro paisaje que hace que podamos sacar el máximo provecho al potencial que tiene. Las dehesas proporcionan el alimento base del cerdo ibérico, la bellota, aportándole un sabor, características y matices inigualables. Esto deriva en la producción de alimentos de gran calidad con altos valores nutricionales que favorecen que la dieta mediterránea sea tan saludable y referente mundial en el ámbito gastronómico.