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El lomo ibérico
El lomo ibérico
Un manjar exquisito, que todos habéis degustado en alguna ocasión, que atrae tanto a mayores como pequeños, es el lomo ibérico.
Cuando nos referimos al lomo, podemos encontrar diferentes tipos, al igual que con el resto de embutidos, el chorizo, el salchichón, el jamón o la paleta, pueden ser o ibéricos o blancos, además de dependiendo del corte, puedan ser denominados de manera diferente.
Como ya sabes, para un producto derivado del cerdo se considere ibérico, debe cumplir una serie de requisitos que cumplan la normativa, y por lo tanto, no todos los lomos se pueden denominar así.
Las diferencias en cuanto a color, sabor y aroma, para cualquier paladar es notable, haciendo del lomo ibérico un producto más intenso en todos sus aspectos en lo que se refiere a uno blanco.
Para que sea denominado ibérico, el lomo que se ha sido embutido en tripa, debe pertenecer a un cerdo que ha sido criado y alimentado, como mínimo con bellotas o procedente de una estancia viviendo en las dehesas, durante la montanera.
De ahí que todas sus características organolépticas sean mucho más intensas que en otros lomos de cerdos que no se han criado o engordado de una forma tan tradicional y natural.
Al tratarse de una pieza entera, que no ha sido mezclada con ninguna otra parte o carne del cerdo, conserva todas sus cualidades intactas y, por lo tanto, puede llegar a hacer la competencia al producto estrella por excelencia, el jamón, sobre todo, si este no es un ibérico de bellota.
Y que es el lomo, cuando se presenta correctamente cortado, en finas lonchas, junto a unos picos o un poco de pan, suele ser unos de los entrantes que antes desaparecen. Siempre se ha considerado como el embutido más exquisito.
El lomo ibérico, el rey de los embutidos
Cuando se habla de embutidos todas las miradas se suelen dirigir hacia el chorizo, que es uno de los productos más consumidos de este tipo, pero como rey indiscutible, por su sabor y aroma, creemos que el lomo ibérico gana por goleada.
Esto no quiere decir que un buen chorizo ibérico sea bueno, simplemente, que en preferencias, a cada uno le gusta más un embutido que otro, pero consideramos el lomo ibérico como el embutido que mejor sabor y aroma tiene.
¿Y a qué es debido? Por se una pieza única, con una cantidad inferior en grasa que el resto de embutidos, por su aporte nutricional y por su gran sabor y aroma, nos parece que es un producto sobresaliente y por eso lo situamos por encima del resto.
Como ocurre en los jamones, la grasa que contiene el lomo ibérico se encuentra infiltrada a lo largo de toda la pieza, aportando esa untuosidad a una pieza de carne que nos recuerda a los jamones ibéricos.
Esto también provoca, que una pieza de lomo sea más fácil que se estropee durante su secado que otros embutidos como el chorizo o el salchichón. Por eso su secado se hace de una forma más controlada y más parecida a la de un jamón, que el resto de embutidos.
Eso si, también hay que ser conscientes de las diferencias entre las partes de un lomo ibérico, ya que no es lo mismo la parte que se encuentra más cerca de la cabeza, que el resto de la pieza.
De aquí sacamos los diferentes tipos de lomos que podemos encontrar en el mercado.
Las diferencias entre lomos
Como ya te hemos comentado al principio, no es lo mismo un lomo ibérico que un lomo procedente de un cerdo blanco, debido a la alimentación del propio cerdo y a su raza.
Como ocurre con los jamones, los diferentes tipos y calidades del lomo van a poder apreciarse en su etiquetado, mostrando si son procedentes de cerdo ibérico 100% de bellota, o 50% raza ibérica, etc, hasta llegar al lomo de cerdo blanco.
Lógicamente, esto también influirá en su tiempo de curación y por lo tanto en el precio final del producto que va a llegar a tus manos, así como en el sabor y aroma de cada una de las lonchas.
Además de este tipo de clasificación, el corte de donde proceda el lomo también será diferente, pudiendo encontrar productos como el cabecero de lomo, el lomo embuchado, o el lomito, cada uno con sus características que lo hacen único.
Por ejemplo, en el caso del cabecero de lomo, estamos hablando de la parte superior del lomo, la que está más cercana a la cabeza, y donde se concentra una mayor cantidad de grasa. Por eso su calidad y su sabor es diferente a cualquier otra pieza del lomo.
Eso sí, independientemente de la parte de la que proceda el lomo, el adobo que se va a utilizar para embutir va a ser el mismo en todos los casos, teniendo una base de un buen pimentón, aceite y especias. En este punto, cada zona suele utilizar una diferente, que lo hace más particular.
Todos ellos además comparten valores nutricionales muy parecidos, siendo una estupenda fuente de proteínas, vitaminas, ácido oléico y fólico. Un gran alimento muy completo, perfecto dentro de la gran variedad que supone nuestra dieta mediterránea.
La presentación o el consumo del lomo se suele realizar siempre en finas lonchas, aunque en el caso del lomo blanco, suele ser uno de los mejores productos para un buen bocadillo, o como pequeño aperitivo.
Se aconseja acompañar de tu bebida preferida, aunque normalmente un vino tinto de calidad marida de forma perfecta con una estupenda carne como la del lomo.
Así que si te has quedado con ganas, es momentos de hacerte con un gran lomo a través de nuestra página web, un gran sabor a un gran precio.
Esperamos que disfrutes tanto de unas lonchas del rey del embutido, como nosotros preparándolo para ti.
